Perfeccionados, afirmados, fortalecidos y establecidos en Cristo
2025-09-04

1. Oración inicial
«Padre, y aunque pasemos por valle de sombra de muerte, tenemos la certeza de que siempre con nosotros estás. Gracias por tan grande gracia, amor y fidelidad que en Cristo Jesús nos has manifestado, manifiestas y manifestarás, por ello y mucho más, a ti sea la gloria y la alabanza por los siglos de los siglos, amén.»

2. Lee la palabra de Dios
“Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.” 1 Pedro 5:10-11

3. Reflexiona
Hay situaciones en nuestra vida que causan dolor, tristeza, llanto y otros sentimientos poco alentadores o agradables, sin duda todo ser humano en algún momento atraviesa la muerte de un ser querido, de pronto la noticia de una enfermedad o diagnóstico grave, también pasamos por crisis o momentos difíciles en nuestro matrimonio, alteraciones en la salud de nuestros hijos y también en sus emociones y comportamiento, y así, diferentes circunstancias difíciles que como dice el versículo de hoy, padecemos por un poco de tiempo.
El Dios de toda gracia, que para los que tenemos nuestra fe puesta en Jesucristo como nuestro único Señor y Salvador, es nuestro Padre Celestial, nos dice que después de este corto tiempo, él mismo nos perfeccionará, afirmará, fortalecerá y establecerá; su Palabra dice: “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.” Isaías 43:2.
Hermanos, las tribulaciones que permite el Señor en nuestra vida tienen propósito, un propósito eterno, ese de acercarnos más a Él y de que le conozcamos íntimamente, aquel que nos lleva a experimentar su presencia y su fidelidad todos los días de nuestra vida, como cuando dice “Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;” Salmos 23:4.
Entonces, indudablemente, estas situaciones y momentos de dificultad no son para nuestro mal, no son un castigo o algo que el Señor mandó para destruirnos, por el contrario, son el escenario perfecto a través del cual Él hace que nuestra mirada, confianza y dependencia esté puesta solo en Él, pues finalmente la única manera para que la vida de Cristo en nosotros crezca, se perfeccione, afirme, fortalezca y establezca, es cuando a su vez la de nosotros mengua (Juan 3:30). Menguan entonces la desesperanza, la angustia, el dolor, la incertidumbre y la frustración, y aumentan el gozo, la paz, la paciencia, la fe, la esperanza y el amor.

4. Alaba a Dios

5. Comparte
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