Un poco más acerca de Dios como nuestro Padre Celestial

«Padre de amor, cuan grande gracia y bondad he recibido para ser llamado tu hijo; en Cristo Jesús y la comunión de tu Espíritu te alabo y te bendigo, eres Santo, Bueno, Grande, Bello, Majestuoso, Perfecto, pero sobre todo eres Amor, gracias Señor, amén.»

“Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.” Juan 17:26
“Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?” Mateo 7:11

El amor con que el Padre Celestial ha amado a su Hijo Unigénito, es posible que nosotros como hijos adoptivos podamos experimentarlo cuando nos mantenemos en una comunión real y constante con su Hijo, Jesucristo.
Cristo en mí, me revela a Dios como mi Padre, y Dios Padre por su Hijo Jesucristo, que en nosotros está, nos ama y nos amará de tal manera que nos da la plena seguridad del amor de Dios cuando en Romanos 8:38-39 nos dice: “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”
El amor de Dios como Padre es un amor que sobrepasa el amor que hayamos podido recibir de nuestros padres terrenales.
Hermanos, cuando nosotros entendemos que la gracia, la misericordia y la bondad de nuestro Padre Dios, no es a causa de nosotros mismos o nuestros méritos, sino que es a causa de Cristo en mí y yo en Cristo, empezaremos verdaderamente a disfrutar en plena libertad y seguridad del amor de nuestro Padre Celestial, por medio de Jesucristo.