Señor renueva mis fuerzas
2018-03-03

1. Oración inicial
Amado Dios, a cada instante de mi vida busco tu presencia, sólo ahí soy investido con poder de lo alto y renuevo mis fuerzas para continuar. Tú eres mi fortaleza, mi castillo y mi Dios, y sólo en ti confiaré. Gracias Señor, amén.

2. Lee la palabra de Dios
“Porque nadie será fuerte por su propia fuerza”, 1 Samuel 2:9b
“El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas”, Isaías 40:29

3. Reflexiona
Hay momentos difíciles que tenemos que sobrellevar en el transcurso de nuestra vida, donde las fuerzas se agotan y el corazón se aflige en gran manera y sólo queda aliento para exhalar un clamor a Dios. El Señor Jesús también libró esta batalla en el huerto de Getsemaní: “… y comenzó a entristecerse y a angustiarse. Y les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte” Marcos 14:33b-34a, pero acudió a Dios diciendo: “…Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.” Lucas 22:42-43.
Cuando pasamos por problemas que nos agobian, muchos buscamos salidas equivocadas, unos se refugian en el alcohol, las drogas, las fiestas, la pornografía y cosas similares, que lejos de traer paz al corazón, no hacen sino aumentar los problemas. Pero Jesús nos mostró la solución la cual es buscar a Dios en oración. “Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle”, “Y estando en agonía, oraba más intensamente” Lucas 22:43, 44a.
La Biblia nos cuenta de la congoja y el dolor de muchos hombres y mujeres de la antigüedad, pero buscaron a Dios y Él los libró de todas sus angustias. Una, es Ana la mamá del profeta Samuel, vivió la afrenta de la esterilidad, al punto de decir: “yo soy una mujer atribulada de espíritu; […] y he derramado mi alma delante de Jehová” 1 Samuel 1:15 y el Señor escucho su clamor. “Y se fue la mujer […], y no estuvo más triste. Y levantándose de mañana, adoraron delante de Jehová, […]. Aconteció que al cumplirse el tiempo, después de haber concebido Ana, dio a luz un hijo, y le puso por nombre Samuel, diciendo: Por cuanto lo pedí a Jehová”. 1 Samuel 1:18b-20
El salmista Asaf proclama: «Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre”. Salmo 73:26.
Así es, que si hoy sientes que desfalleces, aprópiate de lo que Pablo nos dice: “fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza” Efesios 6:10. El Señor renueva cada día nuestra fuerza para continuar.

4. Alaba a Dios

5. Comparte
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