¿Qué vida amas?

«Hoy me niego a mi mismo, a mi propio yo, para dejar que tú mi Señor expreses la nueva vida espiritual que he recibido por medio de la fe, dejo atrás el viejo hombre que está contaminado y no hay nada que hacer por él, para tomar la nueva vida en Cristo, para gloria del Padre, en el poder y la unción de tu Espíritu Santo. Amén»

“El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.”, Juan 12:25

La palabra vida en la biblia está traducida del griego en tres formas distintas. “Bios” significa la vida del cuerpo, relacionada con la vida de este mundo, y con los placeres. Como en Lucas 8:14 “La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto”.
“Psujé” se refiere a la vida psicológica del alma humana, es decir, la mente, parte emotiva y voluntad, por ejemplo en Mateo 6:25 “Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?” También encontramos esta expresión en Mateo 16:25 para revisión del lector.

El contraste profundo o revelador es que la palabra griega “Zoé” se refiere a la vida eterna e increada de Dios, la vida divina, por ejemplo en Juan 10:10 “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”

Esto nos aclara que, somos una nueva creación cuando aceptamos a Cristo, Él viviendo en nosotros es la nueva vida, en contraste con la vida natural heredada de Adán: “Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.”(1 Corintios 15:45).

El Señor está, con estas palabras, dándonos a entender la diferencia entre la vida espiritual y la vida almatica o natural, es decir, lo que el Señor quiere revelarnos es que el que ama su yo, su viejo hombre, o su alma (Psujé), la va a perder, pues esto es temporal, pero el que aborrece su yo, su carne que incluye su alma (Psujé), por amor a Cristo, hallará la vida, la vida eterna (Zoé), la vida espiritual, esto es: la vida de Cristo en nosotros.

Qué profundo testimonio de la escritura; hermano, que el Espíritu nos revele esta nueva vida que se recibe por fe en Cristo, al escuchar el evangelio y creer recibimos su Espíritu y somos unidos a la vida real y eterna de Cristo (bautismo espiritual).
¿cómo podemos activar o andar en esta vida permanentemente? Lo veremos mañana.