Puestos los ojos en Jesús
2025-12-29

1. Oración inicial
«Amado Señor, gracias por tu santa Palabra, donde me muestras claramente la vida de otras personas que creyeron en ti y que perseveraron hasta el fin porque se mantuvieron firmes en la fe. Su testimonio me da aliento para continuar mi carrera espiritual, ya que todos los días paso por aflicciones por causa de mi fe en ti. Enséñame a correr con paciencia y a colocar mis ojos en ti, en medio de las situaciones de la vida, en el nombre de Jesús, amén.»

2. Lee la palabra de Dios
“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”. Hebreos 12:1-2

3. Reflexiona
Esta porción de la Biblia es una instrucción que el autor de Hebreos nos deja para siempre colocar los ojos en Jesús sea cual sea nuestra situación. “Poner los ojos” viene del griego “aforáo”, que significa considerar atentamente, mirar fijamente o mirar de lejos otras cosas como los problemas y las dificultades, para colocarlos en el autor y consumador de nuestra fe.
Estamos terminando un año y siempre hacemos una evaluación y miles de promesas que muchas veces no cumplimos, este año 2026 debe ser un año de enfoque. Y el enfoque es en Jesús.
Esta carta fue escrita para judíos cristianos que estaban sufriendo persecución, opresión y muerte; y muchos querían abandonar el cristianismo. El autor de Hebreos, en el capítulo anterior, que se conoce como “la galería de los héroes de la fe”, muestra a mujeres y hombres que padecieron por causa de su creencia en Dios, pero que se mantuvieron firmes y corrieron su carrera de fe hasta el final.
Y el “por tanto”, con el que empieza el capítulo doce, es un conector donde se ve a la iglesia primitiva sufriendo persecución y esparciéndose por muchos lugares, mostrando un contraste entre los héroes de la fe y la iglesia naciente de Jesucristo que estaba siendo fuertemente atacada, para enseñarnos hoy cómo correr la carrera cristiana.
Mirando hacia atrás, vemos la fe de todos los testigos que se mantuvieron firmes a pesar de las adversidades, para que aliviemos nuestra carga y entendamos que tenemos que despojarnos de todo peso que está impidiendo que avancemos hacia la meta. Recordando que cuando los atletas corren, no pueden llevar peso, para que puedan hacerlo más rápido.
A veces nuestras vidas están tan llenas de peso, que no nos deja avanzar en nuestra vida cristiana, ese peso puede ser la falta de perdón, crisis de identidad, relaciones tóxicas, prejuicios y críticas que nos impiden correr. En Cantares 2:15 dice: “Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas; porque nuestras viñas están en cierne”. Son todas esas pequeñas cosas que a veces no les prestamos atención, pero que están poco a poco dañando nuestra vida espiritual, porque quizás no nos parecen pecado y las subestimamos; pero son obstáculos en nuestro desarrollo y crecimiento cristiano.
Es bueno que al pasar de un año a otro cortemos con aquellas cosas que no nos dejan crecer y prosperar espiritualmente, es tiempo de arreglar esos problemas familiares que hemos dejado latentes, dejar la murmuración, el engaño, la mentira, la falta de perdón, etc. La carrera se corre con paciencia mirando siempre hacia la meta paso a paso. La palabra paciencia viene del griego “jupomoné”, que significa resistencia, aguante alegre, constancia, perseverancia, en otras palabras, persistencia hasta alcanzar la meta.
No se trata de correr a nuestra manera, sino correr con fe, escuchando la voz del Señor. Dice el pasaje “puestos los ojos en Jesús”, en otras palabras, corremos la carrera enfocados en Jesús. La palabra enfoque es mantener la atención en lo que realmente importa. Jesús debe ser el centro de nuestra vida, debe ser la esperanza y el propósito para todo lo que hacemos en esta tierra, en lugar de enfocarnos en las distracciones de este mundo. La visión espiritual correcta, es colocar los ojos en Jesús, así entenderemos las cosas como las ve Dios.
No sigamos corriendo hacia la deriva, tengamos una pausa para evaluar cómo va nuestra vida espiritual, y no ir hacia donde el mundo quiere llevarnos, como nos dice Santiago 1:6 “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra”. No seamos como las olas del mar afirmemos nuestra fe, mirando a nuestro amado Jesús, que es el Camino, la Verdad y la Vida.

4. Alaba a Dios

5. Comparte
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