Permanecer. Parte 2
2025-08-14

1. Oración inicial
«Padre, en ti puedo reposar, confiar plenamente que tú, en mis situaciones difíciles, quitas de mi todo aquello que no me deja crecer y dar fruto, cuando tú quitas todo lo que impide tu luz, todo mi orgullo, en mi debilidad se fortalece Cristo y expreso libremente la nueva vida que me has dado, para gloria de tu nombre, amén»

2. Lee la palabra de Dios
“Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.”, Juan 15:1-2

3. Reflexiona
Hace tiempo pasé por un dolor profundo, una ruptura sentimental, había recibido recién a Jesús en mi corazón pero apenas estaba entendiendo lo que sucedió en mi.
Entonces, escuché a mi pastor, en la iglesia, que el Señor nos poda y esa poda duele, pero es necesaria para crecer y dar más fruto.
Inmediatamente vino a mi al escuchar esta verdad revelada por el Espíritu, una paz que yo no entendía, pero estaba en mi interior.
La situación no había cambiado, la ruptura ya había ocurrido dejando una profunda tristeza interior, pero al estar atento a su Palabra y recibirla, fui inmediatamente llevado a un estado de paz interior profundo y extraordinario. Sin necesidad de terapia o medicamentos, vino a mi la revelación profunda de un Padre amoroso, el viñador, que me está cuidando, quitando de mi todo aquello que no me deja dar fruto; porque estaba enredado en mi propio apego sentimental y había algo más importante, que llenaba todo y podía darme plenitud: permanecer en Cristo.
Dice la escritura que en él, en Cristo, estamos completos y no nos hace falta nada, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.(Colosenses 2:10, Efesios 1:22-23). El Padre nos colocó, o insertó en la vid verdadera, para que nos alimentemos de la sustancia misma de la vida eterna, y en él expresemos todo el fruto de su Espíritu.
Habrá muchas situaciones en la vida, que quieran llevarnos al desánimo o a pretender frenar nuestro crecimiento, pero el Padre amoroso siempre estará allí para sustentarnos, para limpiar aquello que nos enreda y no nos deja dar fruto; nosotros entonces podemos llevar a él toda preocupación, afán o dolor, dándole las gracias y Él en respuesta nos dará su paz que supera todo entendimiento. (Filipenses 4:6-7)

4. Alaba a Dios

5. Comparte
Escúchanos en Spotify
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn