Nuestra meta: desarrollar el carácter de Cristo
2025-11-18

1. Oración inicial
«Padre Dios, te pido que tu Santo Espíritu desarrolle el carácter de tu amado Hijo en mí, que produzca tanto el querer como el hacer de Cristo en mi vida, llevándome a tener una vida donde mi creencia se convierta en vivencia gracias a tu amor. Amen.»

2. Lee la palabra de Dios
“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” Efesios 2:10
“No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.» Romanos 13:8

3. Reflexiona
Desarrollar el carácter de Cristo en nuestras vidas, debería ser una meta que anhelemos alcanzar, pues su carácter refleja: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza, características del fruto del Espíritu Santo, que sin lugar a dudas nos llevarán a experimentar la nueva vida que Cristo ganó para nosotros en la cruz.
El Espíritu Santo quien ahora habita en cada uno de nosotros los creyentes, nos ayuda continuamente a desarrollar el carácter del Hijo de Dios, enseñándonos y guiándonos a una vida que tenga coherencia, comenzando desde nuestra creencia, pasando por nuestra forma de expresarnos, hasta llegar a nuestra manera de actuar.
Ahora bien, debemos aclarar que esa coherencia que se ve manifestada gracias al carácter de Cristo en nosotros, empieza desde el interior, y no desde el exterior, es decir, que las obras que se manifiestan de acuerdo a nuestra manera de actuar, son el resultado de nuestra fe y nuestra relación con Dios, quien por medio de la comunión del Espíritu Santo, nos impulsa, colocando en nosotros el querer como el hacer, pues ambas cosas son importantes como declara Santiago 2:14-17 “Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.”
Por lo tanto hermanos, pidamos a Dios, nos permita tener una fe que obre por amor como se nos enseña en Gálatas 5:6 “porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor.” Para que de esta manera se muestren en nuestras vidas esas buenas obras que Dios ha dispuesto para que andemos en ellas, permitiendo que su amor se refleje en nosotros y nos lleve a la misma vida coherente de Cristo Jesús.

4. Alaba a Dios

5. Comparte
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