No te resistas a la gracia de Dios
2025-05-08

1. Oración inicial
«Señor, en este momento, dejo de pretender lo que no soy y reconozco mi necesidad de ti, sé que no puedo en mis fuerzas, necesito de tu gracia para caminar en fe, Soy honesto y reconozco cuán débil soy. Devuélveme la capacidad de acercarme a ti en humildad y arrepentimiento: Señor perdóname y límpiame de las consecuencias de mi pecado. Quiero consagrarme nuevamente a ti y rendir mi ser en tu presencia. Mi esperanza está en tu gracia, me abro a ella para ya no vivir bajo la culpa y condenación. Renueva un espíritu recto dentro de mí, no me eches de delante de ti y no apagues en mí tu Santo Espíritu. Amén.»

2. Lee la palabra de Dios
“Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”. 2 Corintios 12:9
“Y así que vino hasta Lehi, los filisteos salieron gritando a su encuentro; pero el Espíritu de Jehová vino sobre él, y las cuerdas que estaban en sus brazos se volvieron como lino quemado con fuego, y las ataduras se cayeron de sus manos. Y hallando una quijada de asno fresca aún, extendió la mano y la tomó, y mató con ella a mil hombres. Entonces Sansón dijo: Con la quijada de un asno, un montón, dos montones; con la quijada de un asno maté a mil hombres. Y acabando de hablar, arrojó de su mano la quijada, y llamó a aquel lugar Ramat-lehi. Y teniendo gran sed, clamó luego a Jehová, y dijo: Tú has dado esta grande salvación por mano de tu siervo; ¿y moriré yo ahora de sed, y caeré en mano de los incircuncisos? Entonces abrió Dios la cuenca que hay en Lehi; y salió de allí agua, y él bebió, y recobró su espíritu, y se reanimó. Por esto llamó el nombre de aquel lugar, En-hacore, el cual está en Lehi, hasta hoy” Jueces 15:14-19

3. Reflexiona
La Gracia de Dios es real y poderosa en nuestras vidas, por eso no debemos resistirnos a ella sino recibirla. Veremos un ejemplo en la Biblia de un hombre que se resistió a la gracia de Dios y su vida no tuvo un final feliz.
Sansón no supo aprovechar el don sobrenatural que Dios le dio por el poder del Espíritu Santo, casi se puede decir que tomó todo como un juego. ¿Qué le pasaba a Sansón? Le hablaba a Dios de forma irreverente, pensaba que toda su victoria sobre los filisteos fue por su fuerza, pero no reconoce que esa fuerza fue por el poder del Espíritu Santo sobre él; en contraste vemos a un Dios misericordioso extendiendo su gracia sobre él abriendo un pozo de agua para que bebiera y se recuperara.
Sansón siempre fue así, siendo Nazareo de nacimiento, apartado para Dios desde el vientre, se le prohibía tomar vino o sidra, tocar cadáveres, comer cosas inmundas y tomar mujeres paganas; pero, si vemos la historia de Sansón hizo todo lo contrario a lo establecido. No entendía la gracia, pero se aprovechó de ella. Sansón siempre vivió cerquita del pecado y su debilidad más grandes fueron las mujeres filisteas, las mujeres del pueblo enemigo de Israel.
Se expuso a ese juego con el pecado hasta que fue debilitado por una filistea astuta, que lo sedujo y le sacó el secreto de su fuerza. Sabemos que en sí no era el cabello largo el que lo hacía fuerte, este era un requisito para ser nazareo, sino que su fuerza provenía del poder del Espíritu Santo que venía sobre él. Cuando se expuso al pecado, se debilitó espiritualmente, sucumbió ante él y perdió su fuerza. Esta mujer bastante intensa lo sedujo hasta que lo condujo a pecar y a desechar la gracia de Dios.
Dice Jueces 16:15-17 “Y ella le dijo: ¿Cómo dices: ¿Yo te amo, cuando tu corazón no está conmigo? Ya me has engañado tres veces, y no me has descubierto aún en qué consiste tu gran fuerza. Y aconteció que, presionándole ella cada día con sus palabras e importunándole, su alma fue reducida a mortal angustia. Le descubrió, pues, todo su corazón, y le dijo: Nunca a mi cabeza llegó navaja; porque soy nazareo de Dios desde el vientre de mi madre. Si fuere rapado, mi fuerza se apartará de mí, y me debilitaré y seré como todos los hombres”.
Lo más triste es lo que dice Jueces 16:20 “Y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y luego que despertó él de su sueño, se dijo: Esta vez saldré como las otras y me escaparé. Pero él no sabía que Jehová ya se había apartado de él”. El Señor lo había abandonado. Y terminó muy mal. Los filisteos le raparon la cabeza, lo prendieron, le sacaron los ojos y lo llevaron con cadenas a la cárcel a que moliese grano. Esto no era el plan de Dios para Sansón, pero por resistirse a la gracia de Dios llegó a esta condición.
Después el cabello le volvió a crecer, pero junto con esto vino el arrepentimiento, vemos a un Sansón que baja la guardia ante Dios, se humilla y reconoce su pecado, reconoce que se equivocó y esto hace que vuelva a conectar con su gracia. y pudo hacer una oración sincera, en Jueces 16:28 dice: “Entonces clamó Sansón a Jehová, y dijo: Señor Jehová, acuérdate ahora de mí, y fortaléceme, te ruego, solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de los filisteos por mis dos ojos”. No sólo reivindicó el nombre de Dios al reconocer su pecado, sino que Dios le devolvió la fuerza y derribó el edificio donde estaban todos los filisteos haciendo burla y escarnio con él, y aunque murió junto con ellos, al final vio la misericordia que Dios tuvo con él y por ende con Israel al ser juzgados sus enemigos. ¿Será que tenemos que llegar a esos extremos para entender la gracia de Dios?
Nos abrimos a la gracia de Dios alimentando nuestra nueva naturaleza, creyendo en nuestra nueva identidad en Cristo. Andando en el Espíritu, con oración, adoración y búsqueda de su Palabra. Deja morir de hambre la vieja naturaleza para que no domine tu vida, (Colosenses 3:2-10).
Cuando alguien se ha acercado al Señor Jesús y ha sido limpiado por Él, puede sentarse y tener una relación personal de compañerismo con Él. En lo que concierne a los cristianos, no deberían hacer nada que no honre el nombre del Señor Jesucristo. Si una acción no tiene esa motivación, ¿qué bendición puede traer?

4. Alaba a Dios

5. Comparte
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