No te angusties por nada
2016-11-02

1. Oración inicial
Gracias Señor, porque tu cuidas de mi, me das fuerza en medio de mis dificultades y me ayudas a resolver con sabiduría cada asunto de mi vida, entrego a ti toda angustia y preocupación, porque siempre me sustentas. Amén.

2. Lee la palabra de Dios
«No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.» Isaías 41:10

3. Reflexiona
Cuando se presenta una situación difícil en nuestra vidas, muchas veces debido a las consecuencias de nuestras malas decisiones, o decisiones que no fueron guiadas por Dios, nos angustiamos, y luego al no poder resolver en nuestras fuerzas, llega el desánimo, desmayamos, terminando en temor. Allí en este instante Dios nos dice que no temamos, ni desmayemos, que no nos angustiemos pues Él siempre nos ayudará, siempre nos sustentará, escuchemos bien: ¡Siempre!. El Señor no dice que algunas veces nos ayudará, o solo cuando actuemos bien, sino que siempre, así lo que estemos pasando sea por causa de haber actuado mal. No podemos entrar en la culpa, sino en el arrepentimiento, en un compromiso de obedecer firmemente a Dios, por agradecimiento a su inmenso amor; nunca es tarde para empezar a actuar correctamente y de acuerdo a la palabra de Dios.
Las prisiones y psiquiátricos están llenas de personas que no pudieron enfrentar los problemas, llenas de autoculpas que no los dejan en paz, no pudieron empezar de nuevo, a pesar que su problema quedó en el pasado, se quedaron en ese instante que no existe ya, que es una mentira. Nosotros en cambio tenemos la promesa cierta de que Dios nos limpia de todo pecado, nos renueva y no bastando con eso: nos restaura y levanta para que iniciemos de nuevo cada mañana. Si ayer hubo llanto, mañana habrá gozo. Esta verdad, que Dios está siempre con nosotros no significa que debemos repetir los mismos errores, sino que su misericordia y gracia se renueva cada mañana, esperando que cambiemos nuestra forma de pensar y nuestra conducta, entregando nuestra confianza absoluta en que Dios nos sostiene, nos corrige con amor y nos lleva por sendas de justicia, por amor de su nombre; buscando nuestro bien y no nuestro mal. Así que no hay ninguna razón para angustiarnos, Él tiene cuidado de nosotros.

4. Alaba a Dios

5. Comparte
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn