Luchando por lo que verdaderamente vale la pena
2019-08-19
1. Oración inicial
Señor, que mi prioridad en mi vida diaria sea conocerte y servirte, guíame por tanto en mi camino para agradarte con todo lo que hago, dirígeme en tus sendas y muéstrame lo que debo hacer en cada paso. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio,” Filipenses 1:27
3. Reflexiona
¿Cuáles son nuestras batallas? ¿Por qué razón luchamos? ¿Cuál es nuestra motivación principal para luchas? Podríamos responder que luchamos por nuestra familia, por sacarla adelante, por nuestra esposa o esposo; que nuestros hijos son la mayor motivación para levantarnos y batallar a diario. Pero la Biblia nos enseña que debemos batallar aún con nuestra vida por anunciar las buenas noticias de salvación por medio de la fe en Cristo y que lo hagamos en acuerdo con otros creyentes, es decir la iglesia. Además, es un regalo concedido por Dios no sólo que creamos en Cristo sino que padezcamos por Él (Efesios 1:29). Tal es así, que los primeros creyentes dieron su vida por anunciar la buena noticia, arriesgaron su vida por el bien más importante que ellos consideraron que tenían, su fe.
Así que si nuestra prioridad y nuestras fuerzas las gastamos en otras cosas, si dejamos la lucha de compartir la buena nueva a otros y si tenemos las prioridades desordenadas, podemos afirmar que esto no es la voluntad de Dios para nuestra vida. Jesús nos enseñó a buscar el reino de Dios por encima de todo lo demás y a llevar una vida justa, y nos prometió que nos dará todo lo que necesitemos. (Mateo 6:33).
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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