Los diez mandamientos nos permiten conocer el carácter del Padre. Parte 1
2025-11-06

1. Oración inicial
«Padre Dios, gracias por tus mandamientos, porque a través de ellos me muestras tu gran amor, porque en ellos está reflejado tu carácter, y me ayudan a ser más como tú. Que tu amor sea un rasgo característico que me identifique, te lo pido en el nombre de Jesús. Amen.»

2. Lee la palabra de Dios
“Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él” 1 Juan 4:16b
“Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.” Mateo 22:37-40

3. Reflexiona
Cuando se nos habla de los diez mandamientos pensamos que son solo leyes del antiguo testamento que fueron dadas al pueblo de Israel, pero la realidad es que estos mandamientos son más que leyes, pues reflejan las profundidades del carácter de Dios, afirmación que podemos declarar gracias a que en 1 Juan 4:16 se nos indica que “Dios es amor”, y gracias a que sabemos que lo que fue entregado a Moisés en el monte Sinaí fueron mandamientos escritos por la propia mano de Dios (Éxodo 31:18 y Deuteronomio 5:22), para que los hombres también pudieran reflejar el carácter de Dios por medio del amor como lo declara Mateo 22:37-40.
Los diez mandamientos los encontramos en el Antiguo testamento, en Éxodo 20:1-17 y Deuteronomio 5:6-21, que como dijimos son un reflejo del carácter de nuestro Padre Dios, y determinan la manera de relacionarnos con Él y con nuestros semejantes; así los cuatro primeros rigen nuestra relación de amor con Dios y los otros seis nuestra relación de amor con el prójimo.
Por eso cuando Jesús responde a la pregunta de ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?, contundentemente dice que es “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente”, dirigiéndonos a esos cuatro primeros mandamientos que nos relacionan con Dios; pero no se queda ahí, sino que agrega: “Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo” conduciéndonos a los otros seis mandamientos, para finalizar diciendo que: “De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas” guiándonos, sin lugar a dudas, a darnos cuenta que el propósito del Padre con los diez mandamientos era llevarnos a conocer su carácter de Amor, para que de la misma manera nuestras vidas reflejaran ese carácter, tanto al relacionarnos con Él cómo al relacionarnos con otras personas.

4. Alaba a Dios

5. Comparte
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