La revelación del Reino

«Espíritu Santo, te pido que te reveles en mi vida y me lleves a conocer esos misterios del reino de los cielos, gracias por revelarme la obra de Cristo, para llevarme a Amar como Jesús ama, te pido para que te reveles a mi familia y amigos, y los lleves a Cristo. Amen.»

“Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas? Él respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado. Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden.” Mateo 13:10-13
“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.” 1 Corintios 2:14

Durante el ministerio de Jesús, muchos le siguieron por las señales que hacía al sanar los enfermos, (Juan 6:2), pero solo algunos creían verdaderamente que Él era el Mesías, entre ellos estaban los discípulos, quienes permanecían con su Maestro y tenían una relación con Él, ellos se interesaban más en lo que su Señor enseñaba, y por eso le preguntaron porque se dirigía a las multitudes con parábolas, entonces Jesús les responde “Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado.”
Esto nos podría llevar a pensar que Jesús no quería revelar a la multitud los misterios del reino, pero en realidad es que no les era dado este regalo por su incredulidad, pues como dice 1 Corintios 2:14 las cosas de Dios necesitan un discernimiento espiritual.
Mientras unos seguían a Jesús por sus milagros y de lejos, otros lo hacían por fe, creyendo en su Salvador, y precisamente esa fe los llevaba a interesarse en el significado del mensaje dado, y entonces al estar en esa intimidad con su Maestro, Él les revelaba el significado de las parábolas que ellos no entendían por sí mismos.
En el día de hoy ocurre lo mismo, muchos siguen a Cristo de lejos, como espectadores, pero no han depositado su fe en Él como el Hijo de Dios, como su Salvador personal, tal vez solo se acercan por necesidad, o por tradición, sin embargo no entienden el mensaje del evangelio, así se les explique por parábolas o ejemplos sencillos, pues la revelación al igual que a los discípulos, la da Cristo, pero ahora, por la comunión del Espíritu Santo. Hermanos compartamos el mensaje del evangelio, pues es poder de Dios para salvación, y oremos para que los oyentes crean en Jesús, para que se les pueda revelar los misterios del reino.