La predicación, un ministerio de Amor
2025-06-12

1. Oración inicial
«Señor Jesús, hoy elevo una oración, pues quiero que el establecimiento del Reino de los Cielos continúe, ayúdame a compartir tu mensaje de Amor, esas buenas nuevas de tu evangelio, con el poder de tu Santo Espíritu. Amen.»

2. Lee la palabra de Dios
“Porque este es de quien está escrito: He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, El cual preparará tu camino delante de ti. De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él. Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.” Mateo 11:10-12

3. Reflexiona
Cuando vemos el ministerio de Juan el Bautista nos damos cuenta que no fue un ministerio basado en milagros como los realizados por medio del profeta Elías, o las grandes señales manifestadas a través de Moisés, o los prodigios llevados a cabo por Dios mostrando el respaldo a Josué, sin embargo Jesús al referirse a Juan el Bautista lo honra al declarar que: “Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista”. Mateo 11:11a.
Esta declaración es dada, para resaltar el trabajo que desempeñó Juan el Bautista, quien dedicó su vida a predicar que el Reino de los cielos se había acercado, llevando a las personas al arrepentimiento, preparando así el camino para la obra de Cristo, como lo declara el propio Señor citando el pasaje del antiguo testamento: “He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí” Malaquías 3:1a
Y es maravilloso saber la importancia que le da Jesús al trabajo del Bautista, pues es una motivación directa para cada uno de nosotros los creyentes a ejercer la predicación, llevando el mensaje del evangelio hasta los confines de la tierra, pues como está escrito “es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.” Romanos 1:16b,
Hermanos desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos se ha establecido por medio de la valentía de hombres que se entregaron a la causa del Señor, así que dispongámonos y dejemos obrar al Espíritu de Dios para continuar viendo esa obra maravillosa de Cristo.
De esta manera cada uno de nosotros siendo el más pequeño en el reino de los cielos, continuamos con la obra que Cristo empezó hace más de dos mil años y que hoy persiste gracias al poder del Espíritu en cada creyente.

4. Alaba a Dios

5. Comparte
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