Insistentes en el orar

«Padre, gracias por llamar mi atención y recordarme la importancia de ser insistente en mi intimidad contigo. Espíritu Santo gracias porque sólo es por tu revelación que puedo entender la importancia de la oración. Jesucristo gracias por darme ejemplo y mostrarme cómo lo puedo lograr. Amén.»

“Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia.” Lucas 18:2b-5

Hoy recordé esta parábola de Jesús al oír a mi bebé, él no habla todavía, pero sí que sabe darse a entender cuando me quiere a mí pues es capaz de insistir repetitivamente por un largo tiempo haciendo un pequeño sonido hasta que por fin logra su objetivo ¿Por qué te quiero contar ésto? Porque hoy me encontraba bastante ocupada, tenía muchas tareas pendientes por hacer, y mientras trataba de cumplir con parte de ellas, puse a mi bebé en el coche frente a mí para que su espera fuera más agradable, y así cuando yo terminara, pudiera cargarlo y pasar un tiempo con él. Resulta que a mí bebé no le gustó mucho esa idea, y menos que me demorara, entonces comenzó a hacer un sonido con su voz, comenzó suave, pero poco a poco empezó a subirle la tonalidad, de repente dejó de ser un pequeño sonido y se convirtió en un fuerte llanto. No sé si ésto te ha pasado, pero cuando estamos ocupados y atareados quizás el escuchar un ruido con repetición puede llegar a ser molesto, al punto que te lleva a irritarte, eso me pasó a mí, entonces comencé a orar y pedirle ayuda a Dios pues no sabía cómo actuar sabiamente en ese momento, de repente se vino este pasaje principal a mi memoria y comencé a reír pues el Señor por medio de Su palabra me revelaba, ojalá así como tu bebé lo hace, fueras insistente al orar.
¿Cuántos de nosotros somos insistentes en la oración? Es decir, persistentes cuando se trata de hablar con Dios. Yo debo confesar que ésto es lo que más me ha costado en mi vida cristiana, pero qué hermosa la manera en la que Dios te revela a ti y a mi que necesitamos perseverar e insistir en la oración. Jesús fue una persona de oración, y justamente me preguntaba: ¿Cómo hacías tú para cumplir con todas tus obligaciones? Pues te seguían multitudes y tenías 12 discípulos que seguramente parecían bebés, y la respuesta la encontré en su estilo de vida, la oración (Marcos 1:35). Cuando lo primero que hacemos en el día es orar es como si no fueran 24 horas las que tenemos disponibles sino mucho más, pues somos proactivos, administramos bien el tiempo, disfrutamos de todo lo que hacemos, etc. Por eso hermanos el Señor nos está recordando si hay algo en lo que debemos ser insistentes es en nuestra relación con Dios, pues de eso se trata la oración.