Incendio. Parte 1
2025-07-30

1. Oración inicial
«Padre, si hay algo que deseo irradiar a otros es tu amor y tu paz por eso te pido que me ayudes cada día a seguir menguando para que tu Hijo Jesús crezca en mí. Amén.»

2. Lee la palabra de Dios
“Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;” Hebreos 12:15

3. Reflexiona
Hoy ví detrás de una montaña cercana a mi casa un gran incendio, el crujido de la hierba quemándose, el humo y las llamas que subían hasta el cielo indicaban que era bastante grande. Al observar ésto llamé a los Bomberos para reportarlo pues mi pensamiento fue: por estas temporadas de calor y de vientos, el incendio se puede propagar, y por qué no, llegar más cerca de mi casa. Los Bomberos me informaron que la situación la estaban tratando de controlar y que en el lugar había 40 personas trabajando desde hacía 3 horas para lograr apagar el incendio. Cuando escuché ésto me asombré pues yo creía que apenas había iniciado ¿Por qué menciono ésto? Porque al ver este incendio el Señor me recordó aquellos instantes en los que he dejado salir como un incendio voraz esos sentimientos de rabia, tristeza, frustración, ansiedad, y aunque han salido ante situaciones no trascendentales, puedo entender, con este ejemplo, que lo que se exterioriza es tan sólo una lucha que hemos llevado por dentro.
Cuando medité en ésto pensé en la amargura, pues creo que funciona de manera similar a un incendio; no es algo que surge de un momento a otro, lleva tiempo anidarla en nuestro corazón, comienza con pequeñas cosas que no perdonamos, que no queremos soltar y que guardamos para soltarlas cuando menos pensamos, por ejemplo, en una diferencia minúscula con un ser amado, pues ahí sale a flote todo lo que con el tiempo hemos sembrado.
Lo peligroso de la amargura es que no sólo queda en nosotros, pues así como un incendio no se queda quieto sino que se expande, la amargura también lo hace, pues poco a poco termina contaminando a quienes tenemos a nuestro alrededor. La pregunta es: ¿cómo vencerla, cómo apagarla? La palabra de Dios dice que para apagar este incendio se necesita la fe (Efesios 6:16) y en ésto profundizaremos en el devocional de mañana.

4. Alaba a Dios

5. Comparte
Escúchanos en Spotify
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn