Humillación y exaltación de Cristo
2017-09-16
![01_blue 01_blue](https://www.conexiondevida.org/wp-content/uploads/2018/08/01_blue-120x120.png)
1. Oración inicial
Señor Jesucristo quiero exaltarte con todo lo que hago, y lo que soy, quiero vivir para glorificarte cada instante de mi vida, por eso ruego que tu Santo Espíritu impregne en mí tu humildad y obediencia, te amo Señor Amén.
![02_blue 02_blue](https://www.conexiondevida.org/wp-content/uploads/2018/08/02_blue-120x120.png)
2. Lee la palabra de Dios
“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”, Filipenses 2:5-8
![03_blue 03_blue](https://www.conexiondevida.org/wp-content/uploads/2018/08/03_blue-120x120.png)
3. Reflexiona
Cuán elevada era la posición que Cristo tenía, y cuán baja la posición a la que voluntariamente llegó, pero al final el propósito del Padre fue darnos salvación y la exaltación a Cristo, pues él dejó la gloria del Cielo y descendió a esta tierra, hasta llegar al lugar de nosotros. El comprender lo que el Señor realmente hizo, se sitúa más allá del entendimiento humano.
El descendió a esta tierra con alegría, sabiendo que emprendía el camino hacia la cruz y sus palabras fueron: He aquí vengo, Dios, para hacer tu voluntad. Así que fue evidente que vino a esta tierra con alegría y vivió con ciertas limitaciones, asumidas voluntariamente por El mismo.
En todo tiempo y momento continuó siendo Dios. Y no fue menos Dios por ser un hombre, sin embargo, se despojó de los privilegios de la Deidad, pero era Dios manifestado en un cuerpo humano.
Jesús vino a este mundo como un siervo, trabajó como carpintero, como un obrero, un hombre humilde. No sólo se humilló a Sí mismo, sino que también vino a integrarse en un grupo de gente común y corriente. Él fue como uno más entre nosotros. Él fue un hombre aquí en la tierra y también Dios. Él no sólo vino aquí para redimir a la humanidad, sino para revelar al Padre ante la humanidad. ¡Cuán importante es su obra, porque nosotros ahora podemos conocer y acercarnos a Dios!
Dice la Palabra que se hizo obediente hasta la muerte, lo cual fue un evento humillante.
Dios no creó al hombre para morir. El ser humano muere a causa del pecado, a causa de su transgresión. La muerte entró en el mundo por la transgresión de Adán. Y la muerte se transmitió a todos los hombres.
El Señor Jesús vino a este mundo para morir. Él no tenía que morir pero, como dijo Pablo, Él fue obediente hasta la muerte y se entregó voluntariamente. Aunque El no tenía que morir, deseaba hacerlo, para salvarnos. Esto fue precisamente lo que Él dijo: “pongo mi vida por las ovejas”.
El fue obediente hasta la muerte, y la cruz era una muerte vergonzosa. Entonces, El vino de la gloria más elevada y llegó hasta el lugar más bajo de la humillación. El dejó toda su gloria del Cielo y descendió a esta tierra, se convirtió en un hombre y sufrió la muerte de un criminal por ti y por mí.
![04_blue 04_blue](https://www.conexiondevida.org/wp-content/uploads/2018/08/04_blue-120x120.png)
4. Alaba a Dios
![05_blue 05_blue](https://www.conexiondevida.org/wp-content/uploads/2018/08/05_blue-120x120.png)
5. Comparte
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn