Humildad, sinónimo de grandeza en el Reino de Dios
2025-06-19

1. Oración inicial
«Espíritu Santo llévame a tener la humildad de un niño, esa humildad que me permita perdonar y olvidar de la misma manera que lo hace un pequeño, sin guardar rencores, pues mi deseo es ser más como Jesús. Amen.»

2. Lee la palabra de Dios
“En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos? Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe.” Mateo 18:1-5
“Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.” Mateo 18:21-22

3. Reflexiona
Entre los discípulos había disputas y discusiones de quién de ellos sería el mayor en el Reino de los cielos, (Marcos 9:33-37; Lucas 9:46-48), Jesús aprovechando la situación, les da un ejemplo claro al poner un niño en medio de ellos y decirles “De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.” De esta manera deja claro, que alguien que no se humille como un niño, quien depende exclusivamente de sus padres o de un adulto, ni siquiera puede entrar en su Reino.
Esto nos muestra la importancia de la humildad, pues precisamente para entrar en el Reino de los cielos, necesitamos arrepentirnos, y reconocer, al igual que un niño, que dependemos de Dios, por lo cual al hacernos como niños, no buscamos por medio de nuestras obras alcanzar lo que Dios nos da por su gracia, simplemente recibimos al creer, todo lo que Dios tiene para nosotros; al depositar nuestra fe en Jesucristo.
Ahora bien, el ser humildes como un niño es fundamental en nuestro crecimiento espiritual, por eso en Mateo 18:15-35 Jesús enseña de la importancia del perdón, y es que para perdonar es necesario ser como un niño, pues ellos son expertos en olvidar las ofensas y continuar como si nada hubiera pasado, así que por medio de la gracia y el poder de Dios es que podemos desarrollar esa humildad que nos permita perdonar como niños.
Hermanos, ser humildes nos ayuda a ser más como Jesús, pues como dice el Señor “Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.” (Santiago 4:6). Así que pidamos a Dios ser como niños, quienes son ejemplo de humildad.

4. Alaba a Dios

5. Comparte
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