Esforzarnos en la gracia. Parte 2
2025-08-16

1. Oración inicial
«En ti mi Señor Jesús está escondida mi vida, eres todo para mi, mi mayor tesoro para que te expreses en mi vida y adorar al Padre, en el Poder de tu Santo Espíritu, amén»

2. Lee la palabra de Dios
“Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.” Gálatas 5:17

3. Reflexiona
Como miramos ayer la alegoría del hijo de la esclava y el hijo de la promesa, así mismo dentro de nosotros tenemos dos naturalezas, una carnal, heredada de Adán, y otra espiritual, en Cristo: “Pero como entonces el que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora” (Gálatas 4:29). La naturaleza carnal quiere agradar a Dios por medio de las obras, buscando ser bueno en sí mismo, esforzándose por comportarse bien, pero finalmente como no puede lograr lo que dice la ley, entonces se excusa y se auto-justifica. (Romanos 2:21)
En contraposición, el que anda en el Espíritu, en Cristo, se esfuerza pero no en su propio yo, sino que se rinde al Señorío de Cristo, entrando en su reposo.
Se esfuerza y persevera en lo que ha recibido de parte de Dios, como un regalo inmerecido, que es la misma vida plena de Cristo en su interior. Por eso dice la escritura que somos templos del Espíritu Santo e instrumentos en sus manos, pero el obrar es de Cristo en nosotros (1 Corintios 6:19, Hechos 9:15)
Entonces, si me niego a mí mismo, se expresa Cristo. De esto finalmente se trata estar en Cristo para alcanzar madurez: crecer en el conocimiento de la gracia recibida, permanecer en esta vida nueva que es Cristo mismo, y esforzándome en llevar a la cruz lo que no es vida verdadera, es decir, mi carnalidad.

4. Alaba a Dios

5. Comparte
Escúchanos en Spotify
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn