El diseño divino
2025-05-04

1. Oración inicial
«Dios Creador, grande, bueno y soberano, te doy gracias por haber enviado a tu Hijo para darme vida. Me has dado las abundantes riquezas de tu gracia, y ahora soy hechura tuya, creado en Cristo para buenas obras. Soy el diseño divino producido por el mejor artesano. Como esa nueva creación trajiste a mi vida equilibrio y orden, ahora solo quiero glorificarte con mi espíritu, alma y cuerpo guardándome irreprensible hasta tu regreso. Te amo mi precioso Jesús, amén.»

2. Lee la palabra de Dios
“No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas. ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos!”. Salmos 139:15-17
“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación” Efesios 2:10-14

3. Reflexiona
Cuando pensamos en Dios como nuestro Creador, la biblia nos da mucha información acerca de cómo fuimos creados. Esto debería hacernos entender que estábamos en el pensamiento de Dios aun antes de nacer y que todo acerca de nosotros ya estaba escrito para que se cumpliese en cada uno, como lo dice Salmos 139:15-17
Esta creación única fue solo obra de Dios, con tres dimensiones espíritu, alma y cuerpo; sin embargo, lo que fue perfecto desde el principio se distorsionó por causa del pecado y el diseño original sufrió las consecuencias de la caída del hombre, siendo separados de la presencia de nuestro Hacedor y muertos espiritualmente, lo que trajo consecuencias para el alma y para el cuerpo.
El Señor Jesucristo vino a morir en la cruz, y por su gracia, aun estando nosotros muertos en pecados nos dio vida (Efesios 2:5), hizo de nosotros una nueva creación divina, como lo asevera el pasaje de hoy en Efesios. Ahora somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús. La palabra hechura viene del griego “póiema” que significa cosa que es hecha o sea obra de las manos de Dios, poema de Dios, su obra de arte. Como tal, hemos sido creados en Cristo Jesús o sea hechos en Él.
Pablo describe esta idea en 2 Corintios 5:17 cuando dice: “De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. El propósito divino es hacer del hombre pecador una nueva criatura completamente de su agrado y que hace las obras que a Él le agradan. Ahora lo que somos depende de una nueva relación en Cristo con un propósito más elevado.
Solo una nueva creación hecha al estilo de Jesús podría satisfacer este propósito eterno y lograr la voluntad de Dios. Dios ha hecho las provisiones necesarias para un nuevo estilo de vida. Las buenas obras no son simples accesorios de la vida cristiana, sino parte del plan eterno de Dios para nosotros. Como las obras malas formaron parte de nuestra vida anterior, las buenas obras forman parte de nuestra nueva vida. Vemos la obra perfecta de Dios al convertir una humanidad pecadora, en una nueva, salvada por su gracia y reconciliada con su Creador.
Pablo hoy nos recuerda lo que fuimos antes de conocer a Cristo y lo que somos ahora en Él. No solo nos dio vida nueva, sino que derrumbó todo obstáculo entre nosotros y el pueblo judío, que nos consideraban incircuncisos, inmundos y fuera del alcance de la gracia de Dios.
Cristo nos devolvió la esperanza, ahora vivimos por fe en unión con Él. Porque los que antes estaban lejos ya han sido acercados por la sangre de Cristo. Recordemos entonces que Dios no olvida ningún detalle de nuestra vida; todos están registrados en su memoria y sus pensamientos a favor de nosotros son positivos y son muchos.

4. Alaba a Dios

5. Comparte
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