El Carácter del Cristiano
2024-02-22

1. Oración inicial
«Padre, quiero ser hallado en Cristo, reflejar un carácter que muestre el fruto de tu Espíritu y cuando alguien se relacione conmigo perciba el amor de Jesús en mí, amén.»

2. Lee la palabra de Dios
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”, Gálatas 2:20.
“y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte”, Filipenses 3:9-10.

3. Reflexiona
Podemos reflejar el carácter de Cristo en nuestra vida, pero no se trata de esfuerzos humanos o de una disciplina religiosa, sino de una relación íntima por medio de la fe.
En una relación íntima con Dios hablamos con él de manera natural, constante pero guiada por su Espíritu quien acomoda lo espiritual a lo espiritual como nos enseña la escritura: “Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios”, (1 Corintios 2:11).
Ese tiempo que dedicamos a Dios, debe ser el primer tiempo del día y el último antes de dormir, pero también debemos aprender a ser conscientes de que si su Espíritu está en nosotros, todo lo podemos hacer en una comunicación constante, pues: “¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?” (Amós 3:3), así que el Espíritu de Cristo es otra persona en mí con la que me debo poner de acuerdo, escuchar su voz a través de la Palabra de Dios y continuar todo el día en una actitud de obediencia y sensibilidad a su guía. Lo que haga en mi día no se trata de mí, se trata de Cristo en mí y la manera de hacerlo práctico es a través de la fe.
Si paso tiempo con Jesús, seré impregnado de su fragancia de amor, de su manera de pensar, de su forma de amar pero más allá de eso se trata de que Jesús viva a través de mí, ser hallado en Él significa que el mundo no gira alrededor mío, que yo ya morí y todo lo que hago lo hago por Él y para Él y para gloria de Dios Padre. Entonces, cuando yo muero a mí mismo (a mi vanagloria, deseos de la carne y los deseos de los ojos), finalmente encuentro mi verdadera identidad y mi vida real en Cristo Jesús, contundentemente el siguiente pasaje nos revela esta verdad: “Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios”, (Colosenses 3:3).

4. Alaba a Dios

5. Comparte
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