El carácter amoroso del Padre con Israel y con la humanidad
2025-11-09

1. Oración inicial
«Padre Dios, gracias por tu gran amor, gracias por atraerme a ti con la cuerda de amor más maravillosa: la obra de tu hijo Jesús en la cruz, gracias por adoptarme como tu hijo, darme tu perdón, tu vida, tu identidad y un propósito para vivir, gracias por amarme. Amen.»

2. Lee la palabra de Dios
“Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo. Cuanto más yo los llamaba, tanto más se alejaban de mí; a los baales sacrificaban, y a los ídolos ofrecían sahumerios. Yo con todo eso enseñaba a andar al mismo Efraín, tomándole de los brazos; y no conoció que yo le cuidaba. Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida.” Oseas 11:1-4

3. Reflexiona
Es maravilloso ver el carácter de amor del Padre Dios por su pueblo Israel, y muy triste observar cómo su pueblo, en muchas ocasiones no correspondió a su amor, el libro de Oseas 11:1-4 nos deja claro cuánto amor expresa Dios a su pueblo al decirle “Cuando Israel era muchacho, yo lo amé” y nos deja ver cómo los trataba como a hijos, pues enseguida declara “y de Egipto llamé a mi hijo” en contraste dice de su pueblo “Cuanto más yo los llamaba, tanto más se alejaban de mí; a los baales sacrificaban, y a los ídolos ofrecían sahumerios”, es como si esos mandamientos de Dios, dados en el monte Sinaí, hubieran entrado por un oído y salido por el otro, “No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen … No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios” fue algo que se les olvido, o peor aún, que sabiéndolo no les importó, sin embargo podemos ver ese carácter de amor de Dios cuando dice: “Yo con todo eso enseñaba a andar al mismo Efraín, tomándole de los brazos; y no conoció que yo le cuidaba”, no se dieron cuenta que prácticamente esos mandamientos de amor, tenían la finalidad de protegerlos para que su corazón no se desviara tras dioses que no son dioses; pero a pesar de que Dios como un buen Padre les enseñaba y los cuidaba, ellos como un hijo rebelde se alejaban.
Sin embargo, Dios con todo seguía tratando de atraerlos con amor, por eso dice “Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida.” Y eso es lo hermoso de Dios, de su carácter, que de igual forma hizo con nosotros y con la humanidad, pues su amor es tan grande que fue capaz de dar a su Hijo amado como pago por nuestros pecados para salvarnos (Juan 3:16), y atraernos con la cuerda de amor más grandiosa hacia Él: la entrega de la vida de Jesús en la cruz, así que hermanos correspondamos al amoroso carácter de Dios y dejemos que su Santo Espíritu desarrolle el carácter de Cristo en nosotros.

4. Alaba a Dios

5. Comparte
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