Desarrollando el carácter de Cristo. Parte 2

«Padre Dios, que tu Santo Espíritu me ayude a renovar mi manera de pensar, albergando ahora tus pensamientos por medio de la mente de Cristo que me has dado, para que ahora lo que vivo en la carne, lo viva por medio de la fe que obra gracias a tu amor. Amen.»

“Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros.” Gálatas 4:19
“porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor.” Gálatas 5:6

El deseo que expresa el apóstol Pablo al referirse a los Gálatas, es que en ellos se forme el carácter de Cristo, Pablo estaba preocupado por los creyentes de esta iglesia, pues estaban queriendo volver a sujetarse a mandamientos externos como la circuncisión; esto para nosotros, los creyentes actuales, debe ser un indicativo claro de la importancia de lo que albergamos en nuestra mente, y por eso veíamos en el devocional de ayer, cómo el primer aspecto fundamental para desarrollar el carácter de Cristo era renovar nuestra manera de pensar, y esta renovación debe ser de acuerdo a la sana doctrina, pues sino se corre el riesgo, al igual que los Gálatas, de vivir vidas que en vez de reflejar a Cristo y la libertad que Él trae, más bien muestren o reflejen vidas de legalismo o fanatismo que nada tienen que ver con la vida abundante de Cristo.
En Gálatas 5:6 Pablo deja ver bien claro el otro aspecto fundamental que veíamos ayer para desarrollar el Carácter de Cristo: “la fe que obra por el amor”, pues el apóstol experimentó en carne propia ese poder transformador del amor de Cristo que lo llevó a dar un cambio drástico en su manera de vivir, pasando de ser un perseguidor de Cristo a un seguidor de Él, un cambio tan profundo que lo llevó a decir: “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo” Filipenses 3:7-8
Finalmente podemos decir que el deseo que Pablo tenía para que se formara el Carácter de Cristo en los creyentes de Galacia, era también un deseo para todo creyente, pues a los Corintios les manifestó “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.” 1 Corintios 11:1. Y este mismo es el deseo de Dios para ti y para mí, así que sigamos pidiendo a Dios que el Carácter de su Hijo Jesús sea formado en nuestras vidas.