Contemplando la hermosura de Jehová. Parte 2
2025-07-13

1. Oración inicial
«Padre, que tu deseo sea mi deseo, y tu sentir sea mi sentir. Te pido que abras mis ojos para poder verte y así poder contemplar la hermosura de tu santidad. Amén.»

2. Lee la palabra de Dios
“desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación,” 1 Pedro 2:2

3. Reflexiona
En el devocional anterior finalizamos preguntando ¿cómo podemos contemplar la hermosura de Jehová? Pues bien, en 1 Pedro 2:2 el Señor nos revela que para poder contemplar la hermosura de Jehová, primero, debe haber un deseo, por eso vimos el día de ayer a David expresando en el Salmo 27:4 «Una cosa he demandado a Jehová», y es que la palabra “demandado” se refiere a que David le ha pedido a Dios que se haga realidad en su vida un deseo/ anhelo que tiene: contemplar la hermosura de Jehová. La pregunta es: Y ¿Cómo debe ser ese deseo? ese deseo debe ser profundo, no superficial, y la palabra lo compara al deseo que tiene un recién nacido por la leche de su madre. Si vemos a un bebé nos daremos cuenta que cuando tiene hambre no para de llorar hasta que su mamá le de leche, tú lo puedes tratar de distraer, jugarle, hacerlo reír, etc. pero al niño no se le va a olvidar que quiere su leche ¿por qué? Porque es una necesidad que le exige su carne, pues desea con ansias alimentarse del seno de su madre. Pero, ¿será que el deseo de contemplar la hermosura de Jehová también proviene de nuestra carne? Quizás responderemos que sí al recordar el Salmo 63:1, pero la realidad es que ese deseo de contemplar la hermosura de Jehová no proviene, ni nace de nuestra carne, pues la Palabra de Dios nos dice que lo que nuestra carne desea es contrario a lo que desea Dios (Gálatas 5:16-17). Entonces ¿de quién es ese deseo? ese deseo es del Espíritu Santo de Dios, es un deseo profundo y que permanece para siempre. Ahora lo que debe suceder es que ese deseo del Espíritu Santo se convierta también en mí deseo, pero ¿Cómo lograrlo? Descúbrelo en el devocional de mañana.

4. Alaba a Dios

5. Comparte
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