Jesús luz, gozo y paz
2025-12-25

1. Oración inicial
«Mi Jesús amado, gracias por venir a este mundo, por ser ese Dios poderoso, lleno de gracia y verdad. Me invade la paz y el gozo al saber que reinas para siempre y que eres Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno y Príncipe de paz. Reina en mi corazón, en mi familia, en mi ciudad, en mi país y en el mundo entero. Resplandece en medio de las tinieblas y trae tu luz a los corazones de los hombres, amén.»

2. Lee la palabra de Dios
“Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin”. Lucas 1:30-33
Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor”. Lucas 2:8-11
“Mas no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia, tal como la aflicción que le vino en el tiempo que livianamente tocaron la primera vez a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; pues al fin llenará de gloria el camino del mar, de aquel lado del Jordán, en Galilea de los gentiles. El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos”. Isaías 9:1-2

3. Reflexiona
La manera como el profeta Isaías describe esa época en la que vivió, no es nada diferente a lo que el mundo está viviendo en estos momentos. Hoy también hay angustia, aflicciones y oscuridad en los corazones de los seres humanos. Nuevamente Isaías trae una Palabra de esperanza diciendo que el pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz y los que moraban en sombra de muerte esa luz les resplandeció.
Isaías da la promesa de un Salvador, un niño rey nacido con características muy especiales que traería un reinado de paz sin límite, juicio y justicia sobre esta tierra. Veamos Isaías 9:6-7 “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto”.
Este pasaje de Isaías escrito cientos de años atrás, hace referencia al relato del nacimiento de Jesucristo en el evangelio de Lucas, conteniendo esencialmente el mismo mensaje, señalan la naturaleza de Jesús, su ministerio mesiánico y su reinado sempiterno. Ambos pasajes hablan de la naturaleza divina de Cristo, del nacimiento de un niño que tendría un impacto que cambiaría la historia de la humanidad. En ellos, vemos el asombro, un llamado a la paz, ambos hablan de la luz que invadiría las tinieblas y del gozo que vendría a los corazones oprimidos por el temor y la desesperanza.
También podemos ver que el ministerio de este niño sería universal, no solo para el pueblo de Israel, sino destinado a impactar a todas las naciones de la tierra; y vemos finalmente en ambos pasajes la idea de que este niño muy humano, muy frágil, es Dios mismo. El Dios revelado en este niño, es un Dios de gloria, de paz, de gozo, es un Dios personal que quiere contacto con su pueblo y universal porque es accesible a todo el mundo.
En el pasaje de los pastores podemos observar la gloria de Dios penetrando en la oscuridad y alumbrando todo y disponiendo el corazón de ellos para rendirle adoración. Isaías habla aún más directamente de eso y dice que este bebé va a ser maravilloso y admirable. Isaías nos dice también que su luz irrumpiría en las tinieblas, esa luz brillante y poderosa de Dios, también se manifestó delante de los pastores, mostrando la gloria y el poder divino de Jesús.
Es por esa gloria, por esa deidad de Cristo que nosotros tenemos esa autoridad para intervenir en el mundo y en su realidad, así que en esta Navidad recordemos a ese Cristo glorioso que está habitando en nosotros y que quiere que nosotros nos movamos en esa autoridad para llevar su mensaje de salvación a todos.
El Profeta Isaías alude y se refiere al efecto de paz que hay en el Mesías prometido, ese Dios consejero, que nos aconseja en nuestros tiempos de dificultad y de terror, y también, ese Dios que viene un día a poner fin a la guerra y al conflicto entre los seres humanos, a traer paz entre los hombres y a reinar por siempre.
“Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite”, esa promesa incluye no solamente el aspecto de la paz sobre la guerra y el conflicto físico humano, sino que también es la extensión de la paz que Cristo hace posible y que se extiende al corazón de la humanidad; aquéllos que estaban en tinieblas, en angustia, en tristeza, en desesperación ahora pueden experimentar paz por medio de Cristo Jesús.
En esta temporada donde se encienden tantas luces navideñas debemos recordar que la única luz verdadera es Jesucristo, es el Único que puede dar vida a los hombres e iluminar la oscuridad que los rodea. Que esta Navidad esté llena de gozo y paz en nuestras familias, rindiendo nuestro corazón a Jesús, nuestro Salvador.

4. Alaba a Dios

5. Comparte
Escúchanos en Spotify
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn
