Fallas en nuestro carácter

«Señor Jesús, hoy te pido que renueves mi vida, que tu Santo Espíritu me muestre esas fallas que tengo en mi carácter, y que por tu amor y poder me lleves a corregirlas, dejándote a ti vivir a través de mí, pues todo en mi vida necesita más de ti. Amen»

“Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas; porque nuestras viñas están en cierne.” Cantares 2:15

Los llamados de atención y los memorandos en las empresas sirven para informar y solicitar a los trabajadores las correcciones que deben hacer por las faltas que han cometido, aparte de tener un soporte que deja registrada oficialmente las infracciones del trabajador. En la vida espiritual, los seres humanos tenemos un acta que siempre juega en contra nuestra, no solo es un memorando o un llamado de atención, es una evidencia de nuestro pecado al infringir la ley de Dios, pero gracias a Jesucristo, para nosotros los creyentes, esta acta fue quitada del medio y clavada en la cruz, y al realizarse el pago de lo que ella demandaba, por medio de la muerte de Cristo, fuimos librados de la separación de Dios (muerte espiritual), la esclavitud del pecado y la esclavitud de satanás.
Ahora bien, como cristianos, ya podemos estar tranquilos pues como manifiesta Colosenses 2:13-14 “Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz”, pero debemos fijarnos bien, ya que en nuestro diario vivir, pueden haber como lo dice Cantares 2:15 “pequeñas zorras” que se roban el fruto del Espíritu que deberíamos estar disfrutando, y que está disponible ahora para todo aquel que ha recibido a Cristo como su Señor y Salvador. Estas pequeñas zorras pueden hacer referencia a esas fallas de nuestro carácter que no nos dejan disfrutar nuestra relación con Cristo y con las demás personas, por lo tanto son falencias que deben ser corregidas.
Al igual que en una empresa, cuando un trabajador de manera repetitiva comete una falta, se le llama la atención y se le envía un memorando; en nuestra vida diaria, nuestros seres queridos, compañeros de trabajo, amigos y conocidos, también se encargan de hacernos llamados de atención, no con un memorando escrito, pero sí con sus palabras y actitudes, dejándonos ver esas fallas en nuestro carácter. Por lo tanto pidamos al Espíritu Santo, que sea Él revelándonos esas “pequeñas zorras” como por ejemplo: siempre querer tener la razón, no escuchar, peleas constantes, mentiras, impuntualidad, malas palabras, iras, entre muchas otras, para que con su ayuda, podamos cazarlas, para disfrutar de su fruto.