Cansancio vs. Descanso. Parte 2
2025-10-20

1. Oración inicial
«Padre, gracias a la revelación que Tu Santo Espíritu me da cuando medito en Tu Palabra es que puedo entender que sólo en tí descansa mi alma. Ayúdame Oh Señor a recurrir a ti siempre, cuando mis fuerzas se acaben y cuando crea que no puedo más, pues sólo Tú eres quien me da nuevas fuerzas y las multiplica. Amén.»

2. Lee la palabra de Dios
“Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec. Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella;” Éxodo 17:11-12a

3. Reflexiona
Continuando con la idea de que el enemigo utiliza como estrategia el cansancio para debilitarnos y posteriormente saquearnos, encontramos el relato de Éxodo, en donde vemos, por un lado, a Josué peleando contra Amalec, y por el otro, a Moisés con sus manos levantadas para que Israel prevaleciera en aquella batalla. No sabemos con exactitud cuánto tiempo llevaba Moisés en esta posición, pero podemos asumir que mucho por el cansancio, que la Biblia manifiesta, tenía en sus manos.
La solución ante este cansancio era clara, el descanso, pero dicho descanso no se encontraba en que la batalla finalizara, ni tampoco en que Moisés bajara sus manos para descansar de aquella posición, pues vemos que al hacerlo el pueblo de los Amalecitas prevalecía sobre Israel. Lo que Moisés estaba necesitando era descansar en la Piedra, la Roca, es decir, en Cristo (Hechos 4:11, Deuteronomio 32:4a), y si Moisés necesitó descansar en la Roca, claramente tú y yo también debemos descansar en Él.
Hermanos, nos resultará imposible mantenernos de pie y victoriosos ante las batallas que a diario debemos enfrentar o las obligaciones que tenemos que cumplir si seguimos viviendo bajo nuestras fuerzas, pues el vivir bajo nuestra capacidad o perspectiva tan sólo seguirá incrementando en nosotros el cansancio, el agotamiento, el agobio, la frustración, el estrés. Lo que el Señor desea para cada uno de nosotros es que aprendamos a descansar en Él, a confiar en Él y depender de Él, pues como dice Juan 15:5b “separados de mí nada podéis hacer”, y como también lo manifiesta el Salmo 33:16-17 “El rey no se salva por la multitud del ejército, Ni escapa el valiente por la mucha fuerza. Vano para salvarse es el caballo; La grandeza de su fuerza a nadie podrá librar.”
¿Queremos cumplir con todos los roles que tenemos en nuestro hogar, Iglesia, trabajo, y demás? Necesitamos permanecer en Cristo, cimentados en Él, descansando en Él, en pocas palabras debemos aprender a andar en el Espíritu como lo expresa Zacarías 4:6b “No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.”, pues sólo cuando andamos en el Espíritu podemos experimentar esa paz, ese descanso para nuestras almas.

4. Alaba a Dios

5. Comparte
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