Una vida que le agrade a Dios
2025-10-02

1. Oración inicial
«Padre, ayúdame a entender por qué es tan importante permanecer en constante comunión contigo, tu Hijo Jesús lo hacía y yo quiero seguir Su ejemplo, pues si Él veía la necesidad de estar constantemente en oración ¿Por qué yo he de hacer lo contrario? Padre, ahora entiendo que he fracasado en el orar, y en otras cosas, porque sólo lo he tratado de hacer en mis fuerzas. Gracias por revelarme mi error y mostrarme el camino correcto para ser un verdadero imitador de tu Hijo Jesucristo. Amén.»

2. Lee la palabra de Dios
“Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.” Mateo 26:40-41

3. Reflexiona
Desde hace un tiempo Dios ha estado llamando mi atención con respecto a la importancia de la oración, pues debo confesar que no soy una persona que permanezca en constante comunicación con Dios. Durante un buen tiempo intenté hacerlo en mis fuerzas, y al igual que Pedro y los dos hijos de Zebedeo fracasé, incluso cuando el Espíritu Santo ya me había revelado la importancia de seguir el ejemplo de Jesús de permanecer en constante comunicación con el Señor.
Tristemente esto no sólo me ha pasado a mí sino a gran parte de los creyentes, no sólo con respecto a la práctica de la oración, sino en general, en todo lo que respecta el vivir de una manera que le agrade a Dios. Un escritor de un estudio bíblico manifiesta 2 ideas erróneas que algunos creyentes tienen con respecto a éste último punto: La primera muestra cómo el creyente piensa, de manera equivocada, que para poder vivir una vida que le agrade a Dios, depende de él mismo el esforzarse para conseguirlo, tarea que resulta bastante frustrante e imposible de lograr, pues pretendemos hacer en nuestra carne algo que sólo surge como fruto del Espíritu (Gálatas 5:17,19-23).
La segunda manifiesta que Cristo ha venido al mundo para “ayudarnos a vivir” una vida que le agrade a Dios, pensamiento totalmente contrario a lo que Dios manifiesta en Su palabra, pues en ella nos dice que ya no vivimos nosotros sino Cristo en nosotros (Gálatas 2:20). Como vemos, ambos conceptos totalmente errados tienen su enfoque en el “yo”, la carne, como si nosotros mismos tuviéramos la capacidad de vivir conforme a la voluntad de Dios. El Señor Jesús en el pasaje de hoy nos está revelando que nuestra carne es débil, incluso en Romanos 8:5-8 y en Gálatas 5:19-21 se nos enseña que la carne sólo desea y busca satisfacer sus propios deseos los cuales son contrarios a la voluntad de Dios, entonces comprobamos a través de las Escrituras que para poder vivir de la manera en la que Jesús lo hizo necesitamos andar en el Espíritu. La pregunta es: ¿Cómo puedo experimentar de manera práctica y diaria lo que significa andar en el Espíritu? Lo veremos en el devocional de mañana.

4. Alaba a Dios

5. Comparte
Escúchanos en Spotify
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn