La verdadera adoración al Padre
2025-08-24

1. Oración inicial
«Padre, se que el conocimiento de Cristo en mí es extraordinario, pero incomprensible en nuestra propia mente, te ruego nos ilumines, para que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo, para gloria de tu santo nombre, amén.»

2. Lee la palabra de Dios
“Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” Juan 4:23-24
“Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; ” 2 Pedro 1:3-4

3. Reflexiona
La adoración es obediencia, pero la carne no puede obedecer, el alma por sí misma tampoco.
Es solo por el accionar dinámico del Espíritu Santo, en unión íntima con mi espíritu, que puedo adorar al Padre.
Esta es la verdadera adoración, que Cristo, que es el único capaz de obedecer y el que obedeció completamente al Padre, ahora se exprese colocando en mí el querer como el hacer por su buena voluntad. (Filipenses 2:13)
Cristo solo quiere hacer la voluntad del Padre, entonces cuando voy a la cruz cada día y me niego a mí mismo, me despojo del viejo hombre, emerge de manera natural y espontánea “Cristo en mí”. La nueva naturaleza divina.
No soy yo tratando de hacer como Cristo, ni de servir a Dios en mi fuerza; Dios no necesita nuestro servicio de esa manera, sino a su manera, que es Él actuando en nosotros; nosotros somos instrumentos donde Él obra; porque si no es Dios el que edifica, en vano construyen los edificadores. (Salmos 127:1, Hechos 17:23-25, Hechos 9:15).
Por esta razón, el Señor Jesús, increpa a los que le dicen “Señor, Señor”, pero no hacen la voluntad de su Padre , ya que solo en el Hijo, podemos hacer su voluntad, porque el único que hace la voluntad del Padre es el Hijo. Su manifestación en nosotros para su gloria, es la voluntad de Dios. (Mateo 7:21-23)
Miremos que los descritos en el anterior pasaje de Mateo, servían en el nombre de Jesús, pero Cristo no los conocía; entonces, nos debe ser revelada esa vida, que da vida a nuestro espíritu. Hermanos, es el Hijo quien nos revela al Padre y así podemos adorarle en espíritu y verdad (Mateo 11:27)
Solo en la nueva naturaleza divina, de la cual somos partícipes por medio de sus preciosas promesas, es que puedo expresar o manifestar la vida eterna. Cristo en mí, la esperanza de gloria y con él todas las cosas, pues todas las promesas en él se cumplen en nosotros. (2 Pedro 1:3-4, 2 Corintios 1:20)

4. Alaba a Dios

5. Comparte
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