¿Cómo podemos activar la vida Zoé? Parte 2

«Padre ayúdame por tu Espíritu cada dia a encontrar la diferencia entre la verdad y la mentira, llevando a la cruz todo pensamiento, discerniendo lo que es del Espíritu y rechazando lo que es de la carne, como una expresión viva y auténtica de Cristo en mi. Amén»

“porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,”, 2 Corintios 10:4-5

Quisiéramos poder encontrar en la vida cristiana una fórmula mágica para que todo se diera de manera automática, pero la fe no se trata de pragmatismo sino de revelación por el Espíritu; entonces va mucho más allá de lo práctico o incluso visible. Si bien nuestro actuar es transformado según lo que creemos, esto ocurre a medida que Cristo crece en nosotros.

Sus palabras son Espíritu y son vida, que cambian nuestra manera de pensar y nos llenan de esa vida “Zoé”, pues se trata de Cristo en mí, entonces también hemos recibido la mente de Cristo y esto es clave: aceptar su mente.

Y esto se hace, llevando todos los pensamientos que tenemos a la obediencia a Cristo, a la obediencia a la Palabra de Dios, que nos es dada por revelación cuando estudiamos la escritura.

La palabra nos hace conscientes de la diferencia, y la experiencia cristiana nos permite madurar en el hecho de tener los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal. Entre más esa nueva naturaleza se va expresando, que incluye la mente de Cristo, más vamos ejercitando la vida nueva para que sea ésta la que domine: Dividir pensamientos, dividir la verdad de la mentira. Llevar cautivo, despojarse, hacer morir.

Como dice Proverbios 23:7: “Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él”. ¿Cuáles son tus pensamientos? Es hora de cambiar nuestra mente natural por la mente de Cristo.