Contemplando la hermosura de Jehová. Parte 1

«Señor no quiero que nada ni nadie ocupe el lugar que a ti te corresponde. Perdóname por dejar a un lado mi relación contigo, Espíritu Santo llévame a retomar mi intimidad con Dios, intimidad que sé que tengo por Jesucristo nuestro Señor. Amén.»

“Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.” Salmos 27:4

Hay situaciones en la vida que en algunos momentos pueden llegar a absorber gran parte de nuestro tiempo, lo que al final termina afectando nuestra relación familiar, con nosotros mismos o incluso con Dios. En mi caso personal la maternidad fue una de ellas, es un rol maravilloso pero implica una gran inversión de tiempo, debido a ello terminé permitiendo que mi intimidad con Dios se viera afectada; puede que en este momento te esté pasando lo mismo, pero el Señor quiere llevarnos a que retornemos y fortalezcamos nuestra relación con Él.
¿Cómo me llevó Dios a retornar a mi intimidad con Él? Ésto sucedió en un tiempo de lactancia, mientras mi bebé se alimentaba me dispuse a ver el celular y encontré un video en donde un coro de mujeres entonaba una canción que decía: “Sólo déjame mirarte cara a cara, y perderme como un niño en tu mirada, y que pase mucho tiempo, y que nadie diga nada, porque estoy viendo al Maestro cara a cara”, cuando escuché ésta parte de: “y perderme como un niño en tu mirada” el Espíritu Santo llamó mi atención y me llevó a ver a mi bebé quien en ese momento estaba mirándome atentamente, y con su carita expresaba fascinación, era como si delante suyo hubiera una obra de arte maravillosa, entonces Dios me reveló: “Ojalá a ti también te pasará lo mismo cuando estás en mi Presencia, que te perdieras en mi mirada”, en ese momento le pedí a Dios que me permitiera experimentar ésto de perderme en su mirada, pero ni siquiera entendía cómo se hacía ésto entonces el Espíritu Santo me llevó a recordar al rey David quien entendió muy bien este concepto pues lo vemos, inspirado por el Espíritu Santo, pidiéndole al Señor que ojalá todos los días de su vida pudiera contemplar la hermosura de Jehová, en otras palabras que pudiera perderse en Su mirada para así poder contemplar Su hermosura, y hacia allá quiere llevarnos el Señor, a que tú y yo deseemos todos los días contemplar Su hermosura, ¿Cómo lograr ésto? Lo iremos descubriendo poco a poco en los siguientes devocionales.