Como Creíste Te Sea Hecho. Parte 2

«Padre, tú me has permitido conocerte por medio de tu Hijo Jesucristo, sé que en cualquier situación puedo correr a ti pues sólo en ti está la respuesta a toda necesidad. Amén.»

“Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole, y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado.” Mateo 8:5-6

Te has preguntado ¿Por qué alguien como el centurión llegó a buscar a nuestro Señor Jesús? Porque posiblemente no había sido instruido en la Palabra de Dios y quizás no conocía acerca de los profetas, pues recordemos que su ciudadanía era Romana y ellos tenían otros dioses, venían de otra cultura, entonces ¿por qué buscar a Jesús y no a sus dioses paganos? La biblia no nos muestra esto, pero podríamos llegar a pensar que aquel centurión busca a Jesús para que sane a su criado, cuando ha conocido quién es Jesús, y si aquel centurión llegó a conocer que Jesús tiene Autoridad divina, y es el Señor tan sólo fue porque Jesús mismo se lo reveló y se dió a conocer como lo dice Juan 1:18 “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer” y ¿por qué es importante ésto? porque tú no vas delante de alguien a rogarle y encomendarle la sanidad de quien amas si no le conoces, si no tienes la certeza de que le puede sanar, y para que aquel centurión haya entendido eso no fue por una capacidad intelectual, sino por revelación Divina, pues el mismo Espíritu Santo de Dios se manifestaba en todo lo que Jesús hacía, estaba el Espíritu Santo testificando acerca de que Jesús es el Hijo de Dios.
Tú y yo, quizás en este momento, tenemos una necesidad especial, económica, material, espiritual, familiar, o quizás estamos enfrentando una circunstancia difícil que nos hace sentir tristeza, dudas, rencor, etc. Si ésto es así, el Señor nos quiere recordar que Él la conoce por completo, pero ahora lo que anhela de parte nuestra es que vayamos a Él, le busquemos en humildad, le entreguemos y dejemos nuestra necesidad en sus manos y creamos con plena certeza que Él nos dará una respuesta.