La regla de oro
2025-06-08

1. Oración inicial
«Espíritu Santo, ayúdame para que tu amor se manifieste en el trato diario que tengo con mis semejantes, que pueda amarlos como Jesús me ha amado y me ha enseñado a hacerlo, que tu amor sea brotando de mi vida como ríos de agua viva. Amén.»

2. Lee la palabra de Dios
“Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.” Mateo 7:12
“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.” Mateo 7:24
“Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.” Mateo 7:28-29

3. Reflexiona
El pasaje de Mateo 7:12 es conocido como la regla de oro, y nos enseña que así como queremos ser tratados debemos tratar a los demás, es decir que nuestro trato con las demás personas debería ser con el mismo amor y respeto con el cual nos gustaría que nos trataran.
Es maravilloso ver cómo Jesús relaciona en el sermón del monte este principio básico, con el cumplimiento de la ley y los profetas, dándonos a entender la profundidad de la ley, que si bien en nuestras fuerzas es imposible de cumplir en su totalidad, gracias a la obra de Cristo, ahora esa ley se convierte en espíritu y vida para el creyente, como dice Juan 6:63b “las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida”, y por eso ahora en Cristo, y gracias a que su amor ha sido derramado en nuestros corazones, podemos tratar a los demás con el mismo amor que nos gustaría recibir en el trato de nuestros semejantes para con nosotros, cumpliendo así con esta regla de oro.
Por eso hermanos a la hora de actuar, tengamos en cuenta las palabras de Jesús en Mateo 7:24, para oírlas y hacerlas, pues así con la ayuda del Espíritu Santo podremos tratar a las personas con el amor de Dios, y entonces podremos edificar relaciones sanas y fuertes sobre la Roca, teniendo amistades verdaderas, matrimonios estables y familias sólidas.
Hermanos al igual que Jesús, aprendamos a tener vidas coherentes, pues de Él se admiraban por que enseñaba con autoridad como declara Mateo 7:28-29, y esta autoridad se la daba su integridad, pues lo que enseñaba era lo que él mismo practicaba. Así que como seguidores de Cristo que predicamos su amor, apliquemos en nuestro diario vivir la regla de oro, amando a los demás de la misma manera como Cristo nos ha amado a nosotros.

4. Alaba a Dios

5. Comparte
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