La obra del Espíritu Santo en el mundo
2025-05-25

1. Oración inicial
«Amado Jesús gracias por enviar a tu Santo Espíritu a mi vida, cuando estoy convencido de mi pecado, de la justicia de Cristo y del juicio venidero; sé que es la obra del Espíritu Santo en mí, que me da la seguridad de que en la cruz de Cristo tengo perdón de pecados, salvación y vida eterna. Gracias porque por el Espíritu puedo reconocerte como mi único y suficiente Salvador, amén.»

2. Lee la palabra de Dios
“Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado”. Juan 16:8-11

3. Reflexiona
Esta es la única referencia en la obra del Espíritu Santo en relación con el mundo; las demás tienen que ver con su ministerio en y por medio de los creyentes. Ya el Espíritu Santo vino al mundo en el Pentecostés para morar en cada uno de los creyentes en Cristo. Su función ahora es en tres áreas. La primera es: convencer al mundo de pecado, describe la función del abogado acusador quien examina al acusado para descubrir y exhibir las evidencias de su culpabilidad con el fin de convencerle; en otras palabras, trae a la luz nuestras faltas y nos confronta para que reconozcamos que somos pecadores. El Señor sabe que muchos viven en la ignorancia espiritual y no conocen su verdadera condición espiritual, por eso ha dejado su Espíritu que es el que tiene la misión de convencer al ser humano, que necesita arrepentirse y volverse a Dios, es Él quien quebranta nuestros corazones para que podamos convencernos de nuestra rebelión contra Dios.
En segundo lugar: el Espíritu convence al mundo incrédulo en cuanto a la justicia. Juan se refiere a la justicia de Dios provista por Cristo en la cruz, como dice Romanos 1:17 “Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá”. La muerte de Jesucristo pagó el precio por el pecado de toda la humanidad, haciendo posible la justicia de Dios para todo aquél que cree en Él.
En resumen, el pecado consiste en no creer y no obedecer al Hijo de Dios; por otro lado, la justicia se logra por el creer en Jesús que resulta en la obediencia de sus mandatos.
En tercer lugar: el Espíritu Santo convence al mundo también en cuanto a juicio. Se refiere al acto de juzgar o dar una sentencia de condenación para los que están separados de Dios. El mundo tiene sus propias normas o criterios falsos de lo que es el pecado, la justicia y el juicio. El Espíritu Santo tiene la enorme tarea, humanamente imposible, de convencer al mundo del error de su pensar y actuar.
Seguramente los líderes judíos, y detrás de ellos el príncipe de este mundo (Satanás), celebraron su “victoria” cuando Jesús fue crucificado. Sin embargo, lo que parecía victoria para ellos fue en realidad su derrota en que fueron juzgados y condenados. Jesús veía ese resultado como un hecho ya realizado al decir que el príncipe de este mundo ha sido juzgado. Veamos Juan 12:31-33 “Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera. Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo. Y decía esto dando a entender de qué muerte iba a morir”.
Los efectos de la cruz continúan, aunque Satanás sigue su programa de engaño y conquista de los desprevenidos, pero lo hace aun sabiendo que su condenación fue establecida en la cruz y con la resurrección de Jesús. Lo hace para engañar a los incrédulos y ganar esas almas para sí.
El rol del Espíritu Santo es convencer al mundo incrédulo de que está separado de un Dios de amor, que ya Jesús fue la respuesta a esa separación porque con su muerte nos llevó nuevamente al Padre y que el juicio de este mundo viene sobre los que rechazan a Jesús.
Recordemos entonces que la obra de evangelización es del Espíritu Santo a través de nuestras vidas, dispongámonos a dejarnos llenar de su presencia para llevar el mensaje del evangelio. El arrepentimiento es el único camino de regreso a la verdad.

4. Alaba a Dios

5. Comparte
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